Las tierras raras (lantánidos más escandio e itrio) constituyen un grupo de elementos con unas propiedades químicas únicas que los hacen enormemente interesantes. De hecho, juegan un papel fundamental en el progreso tecnológico del mundo actual, estando presentes, en nuestro día a día, en un sinfín de dispositivos o mecanismos que nos rodean, necesitamos y facilitan la vida, aunque, la mayoría de las veces, ni siquiera, seamos conscientes de su presencia. Aerogeneradores, vehículos híbridos y eléctricos, baterías, ordenadores, móviles, tabletas, reproductores de sonido e imagen, televisores, lentes, cámaras, aparatos de iluminación, láseres, fibra óptica, aeronaves, armamento y equipos militares, etc. son algunos de los múltiples y diversos ejemplos. Su repercusión es tan grande en aplicaciones claves de muchos sectores industriales (energía, electrónica, transporte, comunicaciones, defensa, salud, etc.) que pueden considerarse como estratégicas o, incluso, críticas. Se las ha llamado, con razón, las vitaminas de la economía moderna, porque ya no se puede concebir nuestro estilo de vida sin su aportación.